LA BIBLIA - INTRODUCCIÓN

La Biblia no ha caído del cielo. Aquí están libros que no se proclamaron desde las nubes, con algún parlante celestial, sino que se reunieron pacientemente a lo largo de siglos en el seno del Pueblo de Dios, gracias a la fe de sus minorías más conscientes.

Durante unos 18 siglos, desde Abraham hasta Jesús, el pueblo de Israel descubrió, cada vez con mayor lucidez, que el Dios Único se había ligado a él. Las experiencias de la comunidad nacional, los llamados de esos hombres, llamados profetas, que hablaban de parte de Dios, las inquietudes que se desarrollaban entre los creyentes: todo esto pasó de una que otra manera a esos libros. Y fueron los responsables religiosos de Israel los que recibieron, escogieron y acreditaron estos libros, integrándolos al Libro Sagrado.

Así se formó el Antiguo Testamento de la Biblia.Testamento se refiere a que estos libros era como la herencia más preciosa entregada por Dios a su pueblo escogido.

Después de tantas experiencias, llegó para el pueblo de Israel un tiempo de crisis en que Dios quiso llevarlos de una vez a la madurez de la fe. Para eso vino Jesús. Con él se llevó a cabo la experiencia más trascendental de toda la historia. Jesús, sus esfuerzos para salvar al pueblo judío de una destrucción inminente, su rechazo, su muerte y, luego, su Resurrección: ésta fue la última palabra de Dios.

La trayectoria de Jesús originó la predicación de la Iglesia y los libros que en ella se escribieron. Aquellos libros que fueron aprobados por los responsables de la Iglesia pasaron a integrar el Nuevo Testamento.

El Nuevo Testamento comprende:

LOS CUATRO EVANGELIOS. La palabra Evangelio significa la Buena Nueva. Esos son los libros en que los apóstoles de Jesús escribieron lo que habían visto y aprendido de él.

Luego viene el libro de los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, escrito por Lucas, el mismo que escribió el Tercer Evangelio.

Luego vienen más de veinte CARTAS que los apóstoles dirigieron a las primeras comunidades cristianas.

El Antiguo Testamento comprende:

Los LIBROS HISTÓRICOS. Aquí vemos la actuación de Dios para liberar a un pueblo que quier hacer que sea su pueblo. Lo vemos educar a ese pueblo y dar un sentido a su historia nacional. En estos libros se destacan:

El Génesis. El Exodo. El Deuteronomio. Los libros de Samuel.

LOS LIBROS PROFETICOS. Dios interviene en la historia por medio de sus profetas, encargados de transmitir su palabra.

LOS LIBROS DE SABIDURÍA destacan la importancia de la educación y del esfuerzo del individuo para llegar a ser un hombre responsable y un creyente.

Ediciones Paulinas - Verbo Divino

viernes, 30 de septiembre de 2011

33

Manasés

33 1 Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén. 2 Hizo el mal a los ojos de Yavé imitando las costumbres abominables de las naciones a las que Yavé quitó el país para dárselo a Israel. 3 Volvió a edificar los santuarios altos que su padre Ezequías había derribado, levantó altares a los baales, hizo troncos sagrados, se postró ante todo el ejército de los cielos y les sirvió. 4 Construyó también altares en la Casa de Yavé, de la que Yavé había dicho:
"En Jerusalén estará mi Nombre para siempre."
5 Edificó altares a todo el ejército de los cielos en los dos patios de la Casa de Yavé 6 y sacrificó a sus hijos por el fuego enel valle de Ben-Hinom; practicó la adivinanza, la magia y la hechicería, estableció espiritistas y adivinos, haciendo mucho mal a los ojos de Yavé y provocando su cólera. 7 Colocó el ídolo que había fabricado en la Casa de Yavé, de la cual había dicho Dios a David y a Salomón su hijo:"En esta Casa y en Jerusalén que he elegido entre las tribus de Israel, pondré mi Nombre para siempre. 8 Y no apartaré más el pie de Israel de sobre la tierra que di a sus padres, con tal que procuren hacer según todo lo que les he mandado, según toda la Ley, los decretos y las normas ordenadas por Moisés."
9 Manasés desvió a Judá y a los habitantes de Jerusalén para que hicieran mayores males que las naciones que Yavé había exterminado delante de los hijos de Israel. 10 Habló Yavé a Manasés y a su pueb lo, pero no le hicieron caso.
11 Entonces Yavé hizo venir sobre ellos a los jefes del ejército del rey de Asur, que apresaron a Manasés con ganchos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. 12 Cuando se vio en angustia, quiso aplacar a Yavé, su Dios, humillándose profundamente en presencia del Dios de sus padres. 13 Rezó a él y Dios accedió, escuchó su oración le concedió que volviera a Jerusalén y reinara nuevamente. Entonces supo Manasés que sólo Yavé es Dios.
14 Después de esto edificó la muralla exterior de la Ciudad de David al occidente de Guijón, en el torrente, hasta la entrada de la Puerta de los Peces, cercando el Ofel, y la llevó a gran altura. Puso también jefes del ejército en todas las plazas fuertes de Judá.
15 Quitó de la Casa de Yavé todos los dioses extraños, el ídolo y todos los altares que había construido en el cerro de la Casa de Yavé y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad. 16 Reedificó el altar de Yavé y ofreció sacrificios de comunión y de alabanza, y mandó a Judá que enviara a Yavé, el Dios de Israel. 17 El pueblo aún ofrecía sacrificios en los lugares altos, pero nada más que a Yavé.
18 Los demás hechos de Manasés, su oración a Dios, y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Yavé, Dios de Israel, se encuentran en los Hechos de los Reyes de Israel. 19 Asimismo su oración, y cómo fue escuchada, y todos sus pecados y apostasía, los sitios en que edificó santuarios altos y levantó troncos sagrados e ídolos antes de hacer penitencia, están escritos en los Hechos de Josay. 20 se acostó Manasés con sus padres y lo sepultaron en el huerto de su casa. En su lugar reinó su hijo Amón.

Amón

21 Amón tenía veintidós años cuando empezó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. 22 Hizo el mal a los ojos de Yavé, como había hecho su padre Manasés, y sirvió a todos los ídolos que había hecho. 23 Pero no se humilló delante de Yavé como lo había hecho su padre Manasés. Al contrario, Amón cometió aún más pecados. 24 Sus servidores conspiraron contra él y le dieron muerte en su casa. 25 Pero el pueblo mató a todos los conspiradores y proclamó rey en su lugar a su hijo Josías.

34

Josías

34 1 Josías tenía ochos años cuando comenzó a reinar, y reinó teinta y un años en Jerusalén. 2 Hizo lo que era bueno a los ojos de Yavé, siguiendo los caminos de su padre David, sin apartarse de ellos de ninguna manera.
3 El año octavo de su reinado, siendo todavía joven, comenzó a buscar al Dios de su padre David, y en el año doce comenzó a purificar a Judá y Jerusalén de los santuarios altos, de los troncos sagrados, de las estatuas y de los ídolos fundidos. 4 Derribaron en su presencia los altares de los baales y las piedras paradas que había sobre ellos, y rompió los troncos sagrados, las imágenes y los ídolos fundidos, reduciéndolos a polvo que esparció sobre las sepulturas de los que habían ofrecido sacrificios. 5 Quemó los huesos de sus sacerdotes sobre sus altares y purificó a Judá y Jerusalén. 6 En las ciudades de Manasés, de Efraím y de Simeón, y hasta en Neftalí y en los territorios asolados que las rodeaban, 7 derribó los altares, demolió los troncos sagrados y las estatuas y las redujo a polvo, y destruyó las piedras paradas en toda la tierra de Israel. Después regresó a Jerusalén.
8 El año dieciocho de su reinado, con el fin de purificar el país y la Casa, mandó a Safán, hijo de Aslías, a Maasías, comandante de la ciudad, y a Joaj, hijo de Joajaz, heraldo, que reparasen la Casa de Yavé, su Dios. 9 Fueron, pues, donde el sumo sacerdot Helguías y le entregaron el dinero traído a la Casa de Dios, es decir, todo lo que los levitas y porteros habían recibido de Manasés y de efraím y de todo el resto de Israel, de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén.
10 Lo pusieron en manos de los que hacían el trabajo, los encargados de la Casa de Yavé, y éstos se lo dieron a los obreros para restaurar y reparar la Casa. 11 Lo dieron a los carpinteros y obreros de la construcción para comprar piedras de cantera y madera para las vigas y la armazón de los edificios destruidos por los los reyes de Judá.
12 Estos trabajaban permanentemente en la obra. Estaban bajo la vigilancia de Yajaf y Abdías, levitas de los hijos de Merarí, y de Zacarías y Mesulam, de los hijos de los quehatitas, que los dirigían, y de otros levitas, todos ellos maestros en tocar instrumentos de músicsa. 13 También dirigían a los peones de carga y a todos los que trabajaban en la obra enlos distintos servicios. Entre los levitas había además escribas, notarios y porteros.

Descubrimiento de la Ley

14 cuando estaban sacando el dinero traído de la Casa de Yavé, el sacerdote Helquías encontró el libro de la Ley de Yavé dada a Moisés. 15 Tomó la palabra y dijo al secretario Safán: "He encontrado el libro de la Ley en la Casa de Yavé"y Helquías entregó el libro a Safán. 16 Safán llevó el libro al rey, y le rindió cuentas diciendo: "Tus servidores están haciendo todo lo que les ha sido encargado. 17 Han fundido el dinero traído a la Casa de Yavé y lo han entregado a los encargados y a los que trabajaban en la obra. 18 Luego el secretario Safán anunció al rey: "El sacerdote Helquías me ha entregado un libro." Y Safán leyó una parte de dicho libro en presencia del rey.
19 Cuando el rey escuchó las palabras de la Ley, rasgó sus vestidos 20 y ordenó a Helquías, a Alicam, hijo de Safán, a Abdón, hijo de Miká, a Safán, secretario, y a Asaías, servidor del rey: 21 "Vayan, consulten a Yavé por mí y por el resto de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que ha sido encontrado. Seguramente Yavé está muy enojado contra nosotros, pues nuestros padres no han guardado la palabra de Yavé y no han obrado conforme a todo lo escrito en este libro."
22 Helquías y los enviados del rey fueron donde la profetisa Juldá, esposa de Salum, hijo de Yoquejat, hijo de Jasrá, encargado del vestuario. Ella vivía en Jerusalén, en la ciudad nueva. Ellos le hablaron conforme a lo indicado 23 y ella respondió: "Escuchen la palabra que dirige Yavé a ese hombre que los ha enviado a mí. 24 Así habla Yavé: Voy a traer la desgracia sobre este lugar y sobre sus habitantes, conforme a todas las maldiciones escritas en el libro que se ha leído delante del rey de Judá. 25 Ellos me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, irritándome con todas las obras de sus manos, y por eso mi cólera se ha derramado sobre este lugar y no se apagará.
26 Y al rey de Judá que los ha enviado para consultar a Yavé, le dirán: Así dice Yavé, Dios de Israel, acerca de las palabra que has oído. 27 Tu corazón se ha conmovido y te has humillado delante de Dios al oír mis palabras contra este lugar y sus habitantes; te has humillado ante mí, has rasgado tus vestidos y has llorado ante mí; por eso yo, a mi vez, he oído, palabra de Yavé. 28 Voy a reunirte con tus padres y serás recibido en paz en tu sepulcro, y no verán tus ojos ninguno de los males que voy a traer sobre este lugar y sus habitantes."
Ellos llevaron la respuesta al rey.
29 Entonces el rey envió un mensajero para reunir a todos los jefes de Judá y de Jerusalén. 30 Subió el rey a la Casa de Yavé con todos los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes y los levitas, y todo el pueblo desde el mayor hasta el menor, y leyó a sus oídos todas las palabras del Libro de la Alianza que había sido encontrado en la Casa de Yavé. 31 El rey se mantuvo de pie sobre su estrado y celebró la Alianza en presencia de Yavé, tomando el compromiso de caminar tras Yavé y guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus preceptos con todo su corazón y con toda su alma, cumpliendo las palabras de la Alianza escritas en aquel libro.
32 Hizo que se adhirieran a la Alianza cuantos se hallaban en Jerusalén y en Benjamín, y los habitantes de Jerusalén tuvieron que actuar de acuerdo con la Alianza de Dios, el dios de sus padres. 33 Josías hizo desparecer todas las abominaciones de las provincias en que vivían los hijos de Israel y obligó a todos los que se encontraban en Jerusalén a servir a Yavé, su Dios. Y mientras él vivió no se apartaron más de Yavé, el Dios de sus padres.

jueves, 29 de septiembre de 2011

35

La Pascua de Josías

35 1 Josías celebró una Pascua en honor de Yavé enJerusalén; inmolaron la Pascua el día catorce delprimer mes. 2 Estableció a los sacerdotes en sus funciones y les dio ánimo para servir en la Casa de Yavé. 3 Dijo a los levitas que enseñan a todo Israel y están consagrados a Yavé: “Pongan el Arca Santa en la Casa que construyó Salomón, hijo de David, rey de Israel, porque ya no habrán de llevarla en los hombros. Ahora sirvan a Yavé nuestro Dios y a Israel, su pueblo. 4 Estén preparados según las casas paternas y las clases de ustedes conforme a lo escrito por David, rey de Israel, y lo escrito por su hijo Salomón. 5 Ocupen el sitio que les corresponde enel santuario según los grupos de sus casas paternas y orden establecido en la tribu de Leví para estar a disposición de sus hermanos, la gente del pueblo. 6 Luego inmolen la Pascua, santifíquense y prepárenla para sus hermanos cumpliendo la orden de Yavé, dejada por medio de Moisés.”
7 Josías reservó para le gente del pueblo corderos y cabritos ennúmero de treinta mil, todos ellos como víctimas pascuales, para cuantos se hallaban presentes, y tres mil bueyes. Todo ello de la hacienda del rey. 8 También sus jefes reservaron ofrendas voluntarias para el pueblo, los sacerdotes y los levitas. Los intendentes de la Casa de Dios, Helguías, Zacarías y Jejiel, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas ovejas y trescientos bueyes; 9 Kononias, Semaías y Natanael, su hermano, y Jasabías, Jeiel y Josabad, jefes de los leviotas, reservaron para los levitas cinco mil corderos pascuales y quinientos bueyes.
10 Preparado así els ervicio, los sacerdotes ocuparon sus puestos, lomismo los levitas, según sus clases, conforme a la orden del rey. 11 Se inmolaron las víctimas pascuales y mientras los sacerdotes por su propia mano rociaban conla sangre, los levitas las desollaban. 12 Apartaban lo destinado al holocausto para darlo al pueblo, repartido según las secciones de sus casas paternas, a fin de que lo ofrecieran a Yavé conforme a lo escrito en el Libro de Moisés. Lo mismo se hizo con los bueyes.
13 Asaron la Pascua al fuego, según el ritual; cocieron las cosas sagradas en ollas, calderas y cazuelas, y las repartieron con rapidez entre la gente del pueblo. 14 Después prepararonla Pascua para sí y los sacerdotes, porque los sacerdotes, hijos de Aarón, estuvieron ocupados hasta la noche en ofrecer holocaustos y grasas. Por eso los levitas la prepararon para sí y para los sacerdotes, hijos de Aarón. 15 También los cantores, hijos de Asaf, estaban en su puesto, conforme a lo dispuesto por David, Asaf, Hemán y Jedutún, vidente del rey; lomismo los porteros, cada uno en su puerta. No tenían necesidad de retirarse de su servicio , porque sus hermanos, los levitas, se lo prepararon todo.
16 De esta manera se organizó aquel día todo el servicio de Yavé para celebrar la Pascua y ofrecer los holocaustos sobre el altar de Yavé, según la orden del rey Josías. 17 Los hijos de Israel que se encontraban allí celebraron en este tiempo la Pascua, y también la fiesta de los Azimos durante siete días.
18 No se había celebrado Pascua como ésta en Israel, desde los días del profeta Samuel y ningún rey de Israel celebró una Pascua como la que celebraron Josías, los sacerdotes y los levitas, todo Judá e Israel, que allí se hallaban presentes, y los habitantes de Jerusalén.
19 Esta Pascua se celebró el año dieciocho del reinado de Josías. 20 Después de todo esto, cuando Josías había reparado la Casa de Yavé, subió Nekó, rey de egipto, para combatir en Karkemis, junto al Eufrates. Josías le salió al encuentro. 21 Nakó le mandó mensajeros para decirle: "¿Qué tengo yo que ver contigo, rey de Judá? No he venido hoy contra ti, sino contra otro con el cual estoy guerra; y Dios me ha mandado que me apresure. Deja de oponerte a Dios , que está conmigo, no sea que él te destruya." 22 Pero Josías no se apartó de él, pues estaba decidido a darle batalla, y no escuchó las palabras de Nekó, que venían de boca de Dios. Y avanzó para librar batalla cen la llanura de de Meguidó. 23 Los arqueros tiraron contra el rey Josías, y dijo el rey a sus servidores: "Llévenme fuera, pues estoy gravemente herido." 24 Sus servidores los acaron del carro y, pasándolo a otro carro que tenia, lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en los sepulcros de sus padres y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. 25 Jeremías compuso un canto fúnebre sobre Josías, y todos los cantores y cantoras hablan todavía hoy de Josías en sus cantos fúnebres, lo cual se ha hecho costumbre en Israel. están escritos entre las Lamentaciones.
26 Lo demás referente a Josías y todo lo bueno que hizo de acuerdo con la Ley de Yavé 27 y sus hechos del comienzo al fin están escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá.

36

Los últimos reyes

36 1 El pueblo del país tomó a Joacab, hijo de Josías, para proclamarlo rey de Jerusalén, en lugar de su padre. 2 Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. 3 El rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso al país una contribución de cien talentos de plata y un talento de oro. 4 El rey de Egipto proclamó rey de Judá y de Jerusalén a Elaquim, hermano de Joacaz, cambiándole el nombre por el de Joaquim. 5 Y a Joacaz, su hermano, lo llevó preso a Egipto.
Joaquim tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. 6 Hizo el mal a los ojos de Yavé su Dios. Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a atacarlo y lo ató con cadenas de bronce para conducirlo a Babilonia. 7 Nabucodonosor, llevó también a Babilonia los objetos de la casa de Yavé, que depositó en su santuario en Babilonia. 8 Lo demás referente a Joaquim, las maldades que cometió y todo lo que le sucedió, está escrito en el libro de los Reyes de Israel y de Judá. En su lugar reinó su hijo Joaquim.
9 Joaquim tenía dieciocho años cuando empezó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén, hizo el mal a los ojos de Yavé. 10 A la vuelta del año, el rey Nabucodonosor mandó que lo llevaran a Babilonia, juntamente con los objetos más preciosos de la Casa de Yavé, y puso por rey en Judá y Jerusalén a Sedecías, hermano de su padre.
11 Sedecías tenía veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. 12 Hizo elmal a los ojos de Yavé, su Dios, y no se humilló ante el profeta Jeremías que le hablaba en nombre de Yavé. 13 También él se rebelo contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho jurar por Dios, se porfió y se obstinó en su corazón, en vez de volverse a Yavé, su Dios de Israel.

Conclusión del libro

14 Del mismo moto todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multitplicaron sus infidelidades, según todas las costumbres abominables de las naciones paganas, y mancharon la Casa de Yavé que él se había consagrado en Jerusalén. 15 Yavé, el Dios de sus padres, les enviaba desde el principio avisos por medio de mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su Morada. 16 Pero ellos maltrataron a los mensajeros de Dios, despreciaron sus palabras y se burlaron de sus profetas, hasta que estalló la ira de Yavé contra su pueblo y ya no hubo remedio.
17 Entonces hizo subir contra ellos al rey de los caldeos, que mató a espada a los mejores hasta dentro de su santuario, sin perdonar a joven ni a virgen, a viejo ni a canoso, a todos los entregó Dios en su mano. 16 Todos los objetos de a Casa de Dios, grandes y pequeños, los tesoros de la Casa de Yavé y los tesoros del rey y de sus jefes, todo se lo llevó a Babilonia.
19 Incendiaron la Casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, prendieron fuego a todos sus palacios y destruyeron todos los objetos precioso. 20 Y a los que escaparon de la espada, los llevó prisioneros a Babilonia, donde fueron esclavos de él y de sus hijos hasta que se estableciera el reino de los persas. 21 Así se cumplió la palabra de Yavé por boca de Jeremías: "Hasta que el país haya pagado sus sábados, quedará desolado y descansará todos los días hasta que se cumplan los setenta años."
22 En el año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de la palabra de Yavé dicha por boca de Jeremías, Yavé movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó comunicar de palabra y por escrito en todo su reino. 23 "Así habla Ciro, rey de Persia: Yavé. el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. El me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en Judá. ¿Quién de entre ustedes pertenezca a su pueblo, sea su Dios con él y suba!".

ESDRAS

INTRODUCCIÓN AL LIBRO DE ESDRAS: DATOS HISTÓRICOS

Los libros de Samuel y de los Reyes nos han relatado sin interrupción cinco siglos de la historia de Israel, desde David hasta el Destierro a Babilonia.
Después vienen los setenta años de la 'Cautividad', o sea, del Destierro. No toda la población fue desterrada. La mayoría del pueblo estaba formada por pequeños agricultores que se quedaron en su país. Pero no tenían jefes ni responsables espirituales, y no hicieron nada para levantar su nación. Esta revivió gracias a los desterrados que volvieron a su tierra con Zorobabel y, después de comienzos difíciles, se organizaron bajo la dirección de Esdras y Nehemías.

LA REFORMA DE ESDRAS

No volvieron todos los judíos a su tierra. Muchos de ellos habían emigrado al extranjero antes del Destierro y se quedaron en los países en que vivían: Egipto, Asiria, Persia. Otros, que fueron desterrados, no volvieron de Babilonia, donde habían logrado superar su condición miserable y, ayudándose unos a otros, conseguir puestos muy decentes. Pero los que volvieron, llegaron por familias y grupos organizados, y eran los que más habían interiorizado el mensaje de los profetas invitándolos a reconstruir un Israel purificado y santo.
Para ellos, un primer peligro era que, al instalarse en su patria entre extranjeros y judíos poco conscientes de su misión, perdieran su entusiasmo. Por eso fue importante la obra de Esdras y de Nehemías que los mantuvieron unidos entre sí y apartados de todos los demás. Ver en especial el problema de los matrimonios mixtos (Esdras 9-10; Nehemías 9,2 y 13,10-30).
Luego fue decisiva la obra bíblica de Esdras que reunió por primera vez los libros de la Biblia y, luego, hizo del Libro sagrado la base de la religión. Pues hasta ese momento, lo que ya existía de los libros de la Biblia, solamente se encontraba en el palacio o en manos de los sacerdotes y al pueblo le bastaba concurrir a las ceremonias tradicionales del Templo. Esdras fue el que inició una nueva forma de culto en que la lectura comunitaria de la Biblia pasaría a ser la base de la vida religiosa del pueblo, llevándolo a una fe mucho más instruida y responsable. Ver Nehemías 8. El papel de Esdras en la formación de la Biblia se recuerda en 2 Mac 2,13-14.
Esta reforma de Esdras dio sus rasgos propios a a la comunidad judía posterior al Destierro a Babilonia. El pueblo de Dios se constituyó en un pueblo santo, o sea, consagrado a Dios y separado de los demás por las mil barreras de su Ley. Toda su razón de ser era la de mantener el culto del Dios Unico y, como no gozaban de la independencia nacional, sus sacerdotes detenían en nombre de Dios el poder civil y religioso.

EL LIBRO DE ESDRAS Y NEHEMÍAS

Estos dos libros, que, al comienzo, formaban uno solo, nos proporcionan algunas informaciones sobre la obra cumplida por esos dos hombres. Se pueden notar los siguientes pasos del restablecimiento de la comunidad judía:
- A partir del decreto de Ciro en 538, varios grupos de desterrados vuelven a Jerusalén, donde Zorobabel reconstruye EL TEMPLO (Ver 1,1 a 4,5 y 4,24 a 6,2).
- Luego, los enemigos de los judíos tratan de impedir la reconstrucción de LA CIUDAD (Ver Esdras 4,7-23).
- En el año 458, posiblemente, Esdras viene para organizar la comunidad, imponiéndole como regla la Ley de Moisés (Ver Esdras 7 a 10).
- En el año 445, Nehemías llega de Persia y reconstruye LAS MURALLAS. Después administrará Jerusalén durante doce años. (Ver Nehemías 1 a 7).
- Finalmente, en el año 425, hubo una segunda misión de Nehemías . (Ver Nehemías 13).

1

Ciro da la libertad a los judíos para volver a Jerusalén

1 1 En el año primero de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra de Yavé, dicha por boca de Jeremías, Yavé movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, que mandó publicar de palabra y por escrito, en todo su reino: 2 Así habla Ciro, rey de Persia:
"Yavé, el Dios de los Cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra. El me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en el país de Judá. 3 A todo el que pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él! Que suban a Jerusalén con la ayuda de su Dios y edifiquen allí la Casa de Yavé, Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén. 4 En todo lugar, donde vivan restos del pueblo de Yavé, que las gentes del lugar los ayuden para su viaje con plata, oro y toda clase de cosas y ganados. Que les entreguen, además, ofrendas voluntarias para la Casa de Yavé, que está en Jerusalén."
5 Entonces se levantaron los jefes de las familias de Judá y de Benjamín, los sacerdotes y levitas, y todos aquellos cuyo espíritu Dios despertó, y acordaron ir a edificar la Casa de Yavé. 6 Y todos los vecinos le dieron toda clase de ayuda: oro, plata, ganado y objetos preciosos en gran cantidad, además de toda clase de ofrendas voluntarias.
7 También el rey Ciro mandó tomar los utensilios de la Casa de Yavé que Nabucodonosor se había llevado de Jerusalén y puesto en la casa de sus dioses. 8 Los puso en manos del tesorero Mitrídates, el cual los contó para entregárselos a Sesbasar, el príncipe de Judá.

9 Esta es la lista: Copas de oro para la ofrenda, 30; de plata, 1.029; otras copas de oro, 30; de plata, 410; otros utensilios, 1.000.
10 total delos utensilios de oroy plata, 5.400. Todo esto se lo llevó Sesbasar cuando permitieron volver a los cautivos de Babilonia a Jerusalén.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

2

Los que volvieron con Zorobabel

2 1 Estas son las personas de la provincia de Judá que regresaron del cautiverio, las que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había deportado a Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada una a su ciudad. 2 Partieron con Zorobabel, Josué, Nehemías, Seraya, Ralayas, Mardoqueo, Bilsan, Mispar, Bigvay, Rejum y Baana.
Lista de los hijos del pueblo de Israel: Los hijos de Paros, 2.172; de Sefatías, 372; de Araj, 775; de Pajat-Moab, por parte de los hijos de Josué y de Joab, 2.812; de Elam, 1.254; de Zattu, 945; de Zaccay, 760; de Baní, 642; de Bebay, 623; de Agad, 1.222; de Adonicam, 66; de Bigvay, 2.056; de Adin, 454: de Ater de Ezequías, 98; de Besay, 323; de Yorá, 112; de Jasum, 223; de Gubbar, 95, hombres de Belén, 123; de Netofá, 56; de Anatot, 128; de Azmavet, 42; de Cariatiarim de Quefira y Berot, 743; de Ramó y Gueba, 621; de Mikmás, 122; de Beter y de Hay, 223; de Nebo, 52; de Magbis, 156; los hombres de Lod, Jadid y Onó, 725; los de Jericó, 345; los de Sanaá, 3.630. Sacerdotes: los hijos de Jedaías, de la familia de Josué, 973; los de Immer, 1.052, los de Pasjur, 1.247; los de Jarin, 1.017. Levitas: los hijos de Josué, por parte de Cadmiel, Binnuy, Hodovías, 74
Cantores: los hijos de Asaf, 128. Porteros: los hijos de Sal-lum de Ater, de Talmón, de Aqcub,de Jatitá, de Sobay: en total, 139.
43 Ayudantes de los levitas: los hijos de Sijá, los de Jasufá, los de Tabbaot, 44 los de Querós, los de Siajá, los de Padón, 45 los de Lenaná, los de Jagalá, los de Aqcub, 46 los hijos de Jagab, los de Salmay, los de Janán, 47 los de Guiddel, los de Gajar, 48 los de Reaías, los hijos de resín, 49 los de Necodá, los de Gazzán, los de Uzza, los de Paseaj, los de Besay, 50 los de Asná, los de los meunitas, los de los nefusitas, 51 los de Bacub, los de Jacufá, los de Tarjut, 52 los de Baslut, los de Mejidá, los de Jarsa, 53 los de Barcos, los de sisrá, los de Témaj, 54 los de Néslaj, los de Jatifá.
55 Hijos de los siervos de Salomón: los Satay, los de Has-Soferet, los de Perudá, 56 los de Yaadá, 57 los de Sefatías, los de Jatil, l.os de Pakeret-has-Sebáyim, los de Amit. 58 Total de los donados y de los hijos de los siervos de Salmón, 392
59 y éstos son los que volvieron de Tel-Melaj, Tel-Jarsá, Kerub, Addán e Immer y que no pudieron probar si su familia y su linaje eran de origen israelita, 60 los hijos de Delaías, los de Tobías, los de Necodá, 652. 61 Y entre los sacerdotes: los hijos de Jabovías, los de Jacgos, los de Barzilay, el cual se había casado con una de las hijas de Barzilay, el galaadita, cuyo nombre adoptó. 62 Los que no hallaron los registros de sus antepasados, fueron excluidos del sacerdocio, 63 y el gobernador les prohibió comer las cosas santas mientras un sacerdote no consultase a Dios por medio de los Urim y Tumim.
64 Toda la asamblea era de 42.360 personas, sin contar sus siervos y esclavas, en número de 7.337. 65 Mantenian también 200 cantores, entre hombres y mujeres. 66 Tenían 736 caballos, 245 mulos, 435 camellos y 6.720 burros. 67 Algunos de los jefes de familias, al llegar a la Casa de Yavé en Jerusalén, 66 hicieron ofrendas voluntarias para la Casa de Dios, para que fuera reedificada en el mismo lugar en que había estado. 69 Dieron para el tesoro de la obra según sus medios, 61.000 dracmas de oro, 5.000 minas de plata y 100 túnicas sacerdotales.
70 Los sacerdotes, los levitas y parte del pueblo se establecieron en Jerusalén, los cantores, los porteros y los ayudantes, en sus respectivas ciudades. Todos los israelitas vivían en sus ciudades.


3

Restauración del altar

3 1 Al cabo de seis meses, los israelitas estuvieron ya instalados en sus ciudades. Entonces se congregó todo el pueblo en Jerusalén.
2 Josué, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, empezaron a reconstruir el altar del Dios de Israel, para reconstruir el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él sacrificios, como está escrito en la Ley de Moisés, hombre de Dios.
3 Construyeron el altar en el mismo lugar, a pesar del miedo que tenían de la gente del país, y ofrecieron en él víctimas consumidas por el fuego, sacrificio de la mañana y de la tarde. 4 Celebraron la fiesta delos Tabernáculos como está escrito y ofrecieron cada día víctimas consumidas por el fuego, según el rito establecido. 5 Después siguieron ofreciendo el sacrificio perpetuo y los sacrificios de los sábados, de las lunas nuevas, y todas las solemnidades de Yavé, además de lo que cada uno voluntariamente quería ofrecer a Yavé.
6 Empezaron a ofrecer las víctimas consumidas por el fuego desde el día primero del mes séptimo, cuando aún no se habían puesto los cimientos del templo de Yavé.
7 Dieron dinero a los que trabajaban la piedra, a los albañiles y carpinteros. También dieron alimentos, vino y aceite a los tirios para que trajeran por mar a Yafó madera de cedro del Líbano, según la autorización de Ciro, rey de Persia. 8 El año segundo después dela llegada a la Casa de Dios, a Jerusalén, el segundo mes, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, con el resto de sus hermanos, los sacerdotes, levitas y todos los que habían vuelto del destierro a Jerusalén, comenzaron la obra; designaron a algunos levitas mayores de veinte años para dirigir las obras de la Casa de Yavé.
9 Josué, sus hijos y sus hermanos, Cadmiel y sus hijos, y los hijos de Hodabías, se pusieron juntos a dirigir a los que trabajaban en la obra de la Casa de Dios.
10 En cuanto los obreros pusieron los cimientos del santuario de Yavé, se presentaron los sacerdotes, revestidos de lino fino con trompetas, y los levitas hijos de Asaf, con címbalos, para cantar a Yavé los Salmos de David, rey de Israel.
11 Cantando y alabando, daban gracias a Yavé: "Porque es bueno, porque es eterno su amor para Israel."
Todo el pueblo lanzaba gritos con grandes clamores, alabando a Yavé porque se ponían los cimientos de la Casa de Yavé. 12 Muchos de los sacerdotes, levitas y de los más ancianos jefes de familia que habían conocido la casa primera, lloraban con grandes gemidos, mientras se ponían los cimientos. Pero otros lanzaban gritos de alegría, 13 y el pueblo no podía distinguir entre los gritos de júbilo y el clamor delos llantos, porque gritaba el pueblo con alegría, y el ruido se escuchaba hasta lejos.

4

Interrupción de los trabajos

4 1 Cuando supieron los enemigos de Judá y deBenjamín que los que habíanvuelto del destierro estaban edificando el santuario de Yavé, Dios de Israel, 2 se presentaron a Zorobabel, a Josué y a los jefes de familia, y les dijeron: "Permítannos cooperar conustedes enla reconstrucción, porque también nosotros nos interesamos por su Dios. Y le ofrecemos sacrificios desde el tiempo de Asar Jaddon, rey de Asiria, que nos trajo aquí."
3 Zorobabel, Josué y los jefes de familias israelitas les contestaron: "No podemos unirnos a ustedes para reconstruir la Casa de nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos; así lo ha mandado Ciro, rey de Persia."
4 Entonces la gente del país se puso a desanimar a los obreros del pueblo de Judá y a meterles miedo para que no edificaran. 5 Se ganaron con dinero a algunos conssejeros de la corte, para hacer fracasar el proyecto, y lo detuvieron durante todo eltiempo de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia.

Paréntesis en el relato

6 Al comienzo del reinado de Jerjes escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y de Jerusalén, 7 y en el tiempo del rey Artajerjes, Bisla,Mitridates, Tabeel y el resto de sus colegas escribieron a Artajerjes, rey de Persia. 8 La carta fue escrita en arameo y traducida. Empezaba así:
9 "Rejum, gobernador y Simsay, secretario, y demás colegas, los jueces y legados, funcionarios persas; las gentes de Erec, de Babilonia y de Susa, es decir, los elamitas 10 y los restantes pueblos que el gran Asurbanípal desterró y estableció en la ciudades de Samaria y en el resto de la provincia del otro lado del río."
11 Esta es la copia de la carta que enviaron al rey Artajerjes:
"Tus siervos, las gentes del lado de acá del río, etc.
12 El rey debe estar informado de que los judíos que subieron de tu lado hacia nosotros y llegaron a Jerusalén están construyendo esta ciudad rebelde y mala; tratan de levantar las murallas y ya echaron los cimientos. 13 Que sepa, pues, el rey que si esta ciudad es reedificada y sus murallas reconstruidas, no se pagarán más impuestos, contribución ni peaje, y al fin, esta ciudad perjudicará a los reyes. 14 Ahora, como nosotros comemos la sal del palacio y no creemos conveniente que el rey sea menospreciado, mandamos al rey esta información. 15 Que se investiguen los libros de la historia de tus padres, y en ellos verás que esta ciudad es una ciudad rebelde y molesta para los reyes ylas provincias, y que en ella se han fomentado revueltas desde tiempos antiguos. Por esta razón precisamente ha sido destruida. 16 Hacemos saber al rey que si esta ciudad se reedifica y se levantan sus murallas, perderás con esto mismo tus territorios de este lado del río."
17 Respuesta que mandó el rey:
"A Rejum, gobernador; a Simsay, secretario, y al resto de sus coelgas que habitan en Samaria y o tros lugares del otro lado del río: Saludos.
18 La carta que me han enviado ha sido leída palabra por palabra enmi presencia. 19 He dado orden para que investiguen los hechos, y se ha encontrado que esa ciudad, desde tiempos antiguos, se rebela contra los reyes, y que se han producido en ella revueltas y rebeldías.
20 Hubo en Jerusalén reyes poderosos, dueños de toda la tierra del otro lado del río, a los que se pagaba tributo, impuestos y derecho de peaje.
21 Por consiguiente, ordenen que cesen los trabajos de esa gente; no reconstruirán esa ciudad sin una autorización mía. 22 No dejen de poner en esto gran cuidado, no sea que el mal aumente con perjuicio nuestro." 23 En cuanto la copia de esta carta del rey Artajerjes fue leída ante Rejum, gobernador, Simsay, secretario, y sus colegas, salieron rápidamente hacia Jerusalén, donde los judíos, y los obligaron a suspender sus trabajos por la fuerza y la violencia..

Se reanuda la construcción del Templo

24 Entonces se suspendieron los trabajos de la Casa de Dios enJerusalén, quedando interrumpidos hasta el año segundo del reinado de Darío, rey de Persia.

5

5 1 El profeta Ageo y el profeta Zacarías, hijo de Idó, se dirigieron a los judíos que vivían en Judea y Jerusalén en nombre del Dios de Israel que seguía con ellos. 2 Con esto, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, decidieron reconstruir la Casa de Dios en Jerusalén. Los profetas de Dios estaban con ellos, apoyándolos. 3 Entonces vinieron a ellos, Tatnaí, gobrenador de la provincia del otro lado del río, y Setar-Boznal, con sus consejeros, yles dijeron: “¿Quién les ha ordenado levantar esta Casa y sus muros?” 4 Y preguntaron: “¿Quiénes son los hombres que construyen este edificio?”
5 Pero la mirada de Dios estaba sobre los dirigentes de los judíos, y no los obligaron a interrumpir la obra mientras se consultaba al rey Darío y hasta recibir una carta suya acerca de esto.
6 Copia de la carta que escribió Tatnaí, gobernador de la provincia del otrolado del río, al rey Darío, 7 juntamente con Setar¿Boznal y sus consejeros, los persas de la otra orilla del río.
“Al rey Darío, paz.
8 Comunicamos al rey que hemos ido a la provincia de Judea, a la Casa del Dios grande. La están construyendo con piedras talladas, y se colocanlas maderas en los muros; el trabajo se hace con mucho esmero y adelanta rápidamente en sus manos. 9 Hemos preguntado a los Ancianos y les hemos hablado así: ¿Quién les ha ordenado edificar esta Casa y terminar este Santuario? 10 También hemos preguntado los nombres para dártelos a conocer y pusimos por escirto los nombres de los que están al frente de ellos.
11 Ellos nos dieron esta respuesta: Nosotros somos servidores del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo la Casa que que construida hace muchos años. Un gran rey de Israel la construyó y la terminó. 12 Pero luego que nuestros padres hicieron enojarse al Dios de los Cielos, él los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, el caldeo que destruyó esta Casa y desterró alpueblo a Babilonia.
13 Sin embargo, el año primero de Ciro, rey de Babilonia, éste dio un decreto para que esta Casa de Dios fuera reconstruida. Los vasos de oro y de plata de la Casa de Dios, que Nabucodonosor había quitado al templo de Jerusalén y transportado al templo de Babilonia, 14 fueron sacados de allí por Ciro y entregados a un hombre llamado Sesbasar, al que nombró gobernador, 15 diciéndole: Toma estos vasos y ve a llevarlos al templo de Jerusalén y que la Casa de Dios sea reconstruida en el mismo lugar. 16 Entonces Sesbasar vino acá y echó los cimientos del templo de Dios en Jerusalén. Desde aquel tiempo hasta ahora se va construyendo y aún no está terminado.
17 Ahora, si al rey le parece conveniente, que se hagan investigaciones en la casa de los Tesoros del rey, en Babilonia, con el fin de averiguar si hubo una orden del rey Ciro para la reconstrucción de esta Casa de Dios en Jerusalén; que el rey nos transmita l uego su voluntad en este asunto.”

lunes, 26 de septiembre de 2011

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Darío favorece la construcción del Templo

6 1 Entonces el rey Darío dio orden de hacer investigaciones en la casa de los tesoros de Babilonia, donde se depositaban los libros, 2 y encontró en Ecbatana, fortaleza situada enla provincia de Media, un rollo en que estaba escrito lo que sigue:
3 “En el primer año de su reinado, el rey Ciro ha dado esta ordenanda referente a la Casa de Dios que está en Jerusalén: Que se pongan los cimientos de la casa y que la levanten con el fin de ofrecer en ella sacrificios. Dicha Casa tendrá teinta metros de alto y treinta de ancho, 4 y se pondrán tres hileras de piedras talladas con una de de madera. Los gastos serán costeados por el rey. 5 Además, los vasos de oro y plata que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia serán devueltos y llevados al templo de Jerusalén, al lugar dond eestaban depositados en la Casa de Dios.
6 Por tanto, les digo a ustedes, Tatnaí, gobernador de la provincia del otro lado del río, Setar-Boznal y los consejeros persas que vivenal otro lado del río. 7 No se metan en esto. Que el gobernador de los judíos, junto con sus dirigentes, construyan esa Casa de Dios, en su lugar.
8 Esta es la orden que damos acerca de lo que deben hacer, referente a aquellos dirigentes judíos, para la reconstrucción de esa Casa de Dios, 9 les pagarán los gastos exactamente y sin interrupción, conlas entradas de los impuestos delotro lado del río destinados al rey. Luego les entregarán cada día y sin falta, a pedido de los sacerdotes de Jerusalén, 10 lo necesario para los sacrificios al Dios de los Cielos: novillos, carneros, corderos, trigo, sal, vino y aceite. Con esto ofrecerán sacrificios gratos al Dios de los Cielos y rogarán por la vida del rey y de sus hijos. 11 Además, ordeno lo siguiente. Si alguien se opone a esta ordenanza, le sacarán una viga de su casa y lo ahorcarán en ella, y su casa será reducida a un montón de escombros como castigo por su rebelión. 12 Y el Dios que allí hace habitar su Nombre aplaste a todo rebelde, rey o pueblo, que vaya en contra de estoy trate de destruir esa Casa de Dios en Jerusalén. Yo, Darío, he dado esta orden. Que sea puntualmente cumplida.”
13 Tatnaí, gobernador de la parte de acá del río, Setar-Boznaí y sus consejeros actuaron conforme a la orden del rey Darío; 14 y los dirigentes de losjudíos continuaron reconstruyendo con éxito, según lo dicho por el profeta Ageo, y Zacarías, hijo de Idó; y dieron término a la obra, según la orden del Dios de Israel y los decretos de Ciro y Darío. 15 La Casa fue terminada el día tercero del mes de Adar del año sexto del reinado de Darío.
16 Los hijos de Israel, los sacerdotes y levitas y los demás que habían vuelto del destierro celebraron con alegría la consagración de esta Casa de Dios, 17 ofreciendo en esta solemnidad, cien novillos, doscientos carneros y cuatrocientos corderos, y, como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel.
18 Luego establecieron a los sacerdotes, según sus categorías, y a los levitas, según sus clases, para el servicio de la Casa de Dios en Jerusalén, según está escrito en el libro de Moisés.
19 Los que habían vuelto del destierro celebraron la Pascua el día catorce del primer mes, 20 ya que los sacerdotes y levitas se habían purificado juntos y todos estaban puros; sacrificaron, pues, la Pascua para todos los que habían vuelto del destierro, para su hermanos sacerdotes y para sí mismos.
21 Los israelitas que habían vuelto del destierro comieron la Pascua con todos los demás que se habían apartado de la gente del país para no ser más impuros como ellos, y se habían unido a ellos para buscar a Yavé, Dios de Israel. 22 Celebraron con alegría durante siete días la fiesta de los Azimos, pues estaban muy contentos porque Yavé había cambiado las disposiciones del rey de Asiria a su respecto, y les habían permitido continuar la obra de reconstrucción de la Casa del Dios de Yavé.

7

Esdras llega a Jerusalén

7 1 Después de esto, en el reinado de Artajerjes, rey de Persia, vino Esdras, hijo de Serayas, descendiente de Azarías, de Helcías, 2 de Salu, de Sacoc, de Ajitub, 3 de Amarías, de Azarías, de Meayot, 4 de Zeraquía, de Uzzi, de Buquí, de 5 de Abisura, de Finjas, de eleazar, y de Aarón, sumo sacerdote.
6 Este maestro, muy instruido en la Ley dada a Moisés por Yavé, Dios de Israel, subió de Babilonia y, como estaba sobre él la mano de Yavé, su Dios, el rey le entregó todo cuanto pidió, 7 Muchos de los hijos de Israel, de los sacerdotes y levitas, de los cantores, de los porteros y de los ayudantes, vinieron también a Jerusalén el año séptimo del rey Artajerjes.
8 Llegó Esdras a Jerusalén el mes quinto del año séptimo del rey. 9 Había salido de Babilonia el día primero del primer mes y llegó a Jerusalén el día primero del quinto mes, ya que sobre él estaba la bondadosa mano de su Dios. 10 en efecto, Esdras se había dedicado con todo su corazón a poner por obra la Ley de Yavé y a enseñar a Israel sus mandamientos y preceptos.
11 He aquí la copia de la carta entregada por el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y escriba instruido en los mandamientos y leyes que dio Yavé a Israel:
12 "Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y maestro, instruido en la Ley del Dios de los Cielos, paz:
He dado órdenes para que 13 todos los israelitas, que hay en mi reino y que estén dispuestos a ir contigo a Jerusalén puedan partir con sus sacerdotes y levitas. 14 Lo que es tú, irás como delegado del rey y de sus siete consejeros para cuidar de que se observe en Judá y Jerusalén la Ley de Dios que está en tus manos 15 y para llevar allá el oro y la plata que el rey y sus consejeros han ofrecido generosamente al Dios de Israel, cuya Casa está en Jerusalén; 16 también llevarás toda la plata y el oro que puedas reunir en Babilonia con las ofrendas voluntarias hechas por el pueblo y los sacerdotes para la Casa de Dios en Jerusalén.
17 Cuidarás de comprar con ese dinero novillos, carneros, corderos y cuanto es necesario para las ofrendas y las libaciones, que ofrecerás sobre el altar de la Casa de tu Dios en Jerusalén. 18 Con el resto de la plata y el oro, harás lo que mejor te parezca a ti y a tus hermanos, conforme a la voluntad del Dios de ustedes. 19 Deposita ante Dios en Jerusalén los vasos que se te entregan para las necesidades de la Casa de tu Dios, 20 y saca de los tesoros del rey lo que sea necesario para los otros gastos que has de hacer para la Casa de tu Dios.
21 Yo, el rey Artajerjes, doy orden a todos los tesoreros de la parte que está al otro lado del río que cumplan exactamente todo lo que les pida Esdras, sacerdote y escriba, instruido en la Ley del Dios de los Cielos, 22 entregándole hasta cien talentos de plata, cien cargas de trigo, cien medidas de vino y cien medidas de aceite; la sal se le dará sin medida, 23 Todo lo que ordene el Dios del Cielo debe ser cumplido con esmero para la Caa del Dios del Cielo, a fin de que su cólera no venga sobre el reino, el rey y sus hijos.
24 Les damos a conocer que no se puede cobrar impuestos, contribuciones o peaje, de ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, ayudantes y servidores de esta Casa de Dios.
25 Y tú, Esdras, según la sabiduría que de Dios tienes, nombra jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo del otro lado del río, a todos los que conocen la Ley de tu Dios y enséñasela a los que no la conocen.
26 Cualquier que no cumpla puntualmente la Ley de tu Dios y la Ley del rey será castigado severamente con la muerte, expulsión, multa o cárcel."

27 Bendito sea Yavé, Dios de nuestros padres, que inspiró al rey este propósito de glorificar así la Casa de Yavé en Jerusalén, 28 y que me hizo objeto de la simpatía del rey, de sus consejeros y de todos su jefes principales. Por mi parte, cobré ánimo, ya que la mano de mi Dios estaba conmigo, y reuní a los jefes de Israel para que partieran junto a mí.

sábado, 24 de septiembre de 2011

8

Los compañeros de Esdras

8 1 Estos son los jefes de familias que subieron conmigo de Babilonia, en el reinado de Artajerjes (y se indicanlos nombres de sus antepasados).
2 De los jijos de Finjas, Guersón; de los de Itamar, Daniel; 3 de los de David, Jatús; de Secanías y delos hijos de Paros, Zacarías, y con é ciento cincuenta hombres registrados; de los hijos de Pajat Moab, 4 Eliyonai, hijo de Zarajías, y con él doscientos hombres; 5 de los hijos de Zatú, Secanías, hijo de Jacaziel, y con él trescientos hombres; de los hijos de Joab, Abdías, hijo de Jonatán, y con él cincuenta hombres; 6 de los hijos de Adín, Ebed, hijo de Atalía, y con él setenta hombres; 7 de los hijos de Sefatías, Zebadías, hijo de Micael, y con él ochenta hombres; 8 de los hijos de Joab, Abdías, hijo de Jejiel, y con él doscientos dieciocho hombres; 9 de los hijos de Baní, Selomit, hijo de Josifía, y con él ciento sesenta hombres; 10 de los hijos de Bebaí, Zacarías, hijo de Bebaí, y con él diez hombres; 11 de los hijos de Azgad,J ojanan, hijo de Acatán, 12 y con él ciento diez hombres; 13 de los hijos de Adonicam, los últimos, y he aquí sus nombres: Elifelet, Jeiel y Semeyas, y con ellos ssetenta hombres; 14 de los hijos de Bigvaí, Utai, hijo de Zacur, y con él sesenta hombres.
15 Los reuní cerca del río que corre hacia Ahavá, y acampamos allí tres días; y habiendo buscado entre el pueblo, no encontré ninguno de la tribu de Leví. 16 Entonces llamé a los jefes Eliecer, artiel Semaías, Yarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Msulam, los jefes, y a los instrucotres Yoyarib y Elnatán. 17 Les di órdenes respecto a Idó, el jefe que peramencía en Casifica, le s di el recado que debían transmitir a Idó y a sus hermanos, los ayudantes que vivían en Casifia, para que nos mandaran servidores para a Casa denuestro Dios.
18 Como la bondadosa mano de Dios estaba con nosotros, nos trajeron a Serebías, hombre muy sensato, de entre los hijos de Majlí, hijo de Levi, hijo de Israel, y con él sus hijos y sus hermanos, en número de dieciocho; 19 Josabías y con él Isaías, de entre los hijos de Merarí, sus hermanos y sus hijos, en totral veinte; 20 y de entre los ayudantes que que David y los jefes habían puesto al servicio de los levitas, doscientos veintidós hombres, todos inscritos personalmente.

21 Allí, a orillas del río Ahavá, ordené un ayuno para humillarnos ante nuestro Dios, a fin d eimplorar de él un feliz viaje para nosotros, nuestros hijos ynuestras pertneencias. 22 Me hubiera dado vergüenza pedir al rey tropas y gentes a caballo para protegernos del enemigo en el camino; por el contrario, habíamos dicho al rey: "La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan; y su poder y su enojo sobre todos los que lo abandonan." 23 Por eso ayunamos y pedimos a nuestro Dios por esta intención y él nos escucyhó.
24 Escogí a doce de los jefes de los sacerdotes y, además, a Serebías y a Jasabías, y con ellos la plata, el oro y las copas consagradas donadas por el rey, sus c onsejeros y sus jefes, y por todos los israelitas que habíamos podido hallar para la Casa de nuestro Dios. 26 Y puse en sus manos seiscientos cincuenta talentos de plata, copas de plata con cien talentos, cien talentos de oro, 27 veinte copas de oro por valor de mil dáricas y dos vasos de bronce bruñido tan preciosos como vasos de oro. 28 Luego les dije: "Ustedes están consagrados a Yavé; este oro son ofrendas voluntarias hechas a Yavé, el Dios de nuestros padres. 29 Cuídenlos y guárdenlos hasta que los pesen ante los jefes de los sacerdotes y levitas y de las familias de Israel en Jerusal{en, en las habitaciones de la Casa de Yavé."
30 Entonces, los sacerdotes y levitas recibieron todo lo que habíamos pesado: la plata, el oro y los vasos, para llevarlos a Jerusalén a la Casa de nuestro Dios.
31 Partimos de la orilla del río Ahavá para ir a Jerusalén, el día doce del mes primero. La mano de Dios estuvo con nosotros y apartó de nosotros todo ataque de enemigos y toda emboscada durante el camino. 32 Llegados a Jerusalén, descansamos tres días; 33 al cuarto, pesamos en la Casa de nuestro Dios la plata, el oro y los vasos, entregándolo todo a Merinot, hijo de Urías, sacerdote, y a Eleazar, hijo de Finjas, junto con Josabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Binuí, levitas. 34 Después de volverlo a c ontar y pesar todo, se puso por escrito el peso total.
35 Los judíos que habían vuelto del destierro ofrecieron sacrificios al Dios de Israel; doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos por el pecado. Todo como víctimas quemadas a Yavé. 36 Y se entregaron los decretos del rey a sus gobernadores y a los funcionarios del lado de acá del río, los cuales favorecieron al pueblo y la Casa de Dios.

9

El asunto de los que se casaron con mujeres extranjeras

9 1 Después de terminar todo esto, se me acercaron los jefes diciendo: "El pueblo de Israel, los sacerdotes y levitas no se han separado de las gentes de este país que sirven a los ídolos: los cananeos, heteos, fereceos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos. 2 Pues tomaron de entre ellos mujeres para sí y para sus hijos y mezclaron su raza santa con la de los habitantes de esta tierra. Incluso los jefes y magistrados fueron los primeros en cometer este pecado."
3 Al escuchar esto, desgarré mis vestiduras y mi manto, me arranqué cabellos de la cabeza y de la barba, y me senté muy apenado. 4 Conmigo se unieron todos los que recordaban las palabras del Dios de Israel y temían a causa de este pecado cometido por hombres que habían regresado del destierro. Yo me quedé sentado y consternado hasta el sacrificio de la tarde; 5 y, luego, al tiempo de la ofrenda de la tarde, salí de mi postración, y con mis vestidos y mi manto desgarrados, me arrodillé levantando mis manos a Yavé, mi Dios.
6 Dije: "¡Dios mío! Terngo vergüenza y confusión. Dios mío, no me atrevo a levantar a ti mis ojos, porque nuestros pecados se han multiplicado por encima de nuestra cabeza y nuestros crímenes han crecido hasta el cielo.
7 Desde los días de nuestros padres hasta hoy, hemos sido muy culpables; por nuestros crímenes fuimos entregados, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, en manos de los reyes extranjeros; fuimos destinados a la espada, a la cautividad, al saqueo; anduvimos avergonzados, al igual que hoy. 8 Con todo, desde algún tiempo, se manifestó la misericordia de Yavé, nuestro Dios. Hizo que quedara un resto de nuestro pueblo y permitió que los sobrevivientes se restablecieran en su Santo Lugar; ahí nos ha dado alegría y vida, a pesar de que somos esclavos; 9 porque no somos más que esclavos, pero, en medio de nuestra esclavitud, Dios no nos ha abandonado; ha extendido su mano misericordiosa sobre nosotros para apoyarnos frente a los reyes de Persia; nos ha devuelto la vida, nos ha concedido levantar de nuevo la Casa de nuestro Dios, y tener murallas en Jerusalén y en otras ciudades de Judá.
10 Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué vamos a decir cuando, a pesar de todo esto, hemos abandonado tus mandamientos? 11 Tú habías dicho por medio de tus servidores los profetas: La tierra en cuya posesión van a entrar fue manchada por la inmundicia de los pueblos que la ocupan; la han llenado de un extremo a otro con sus idolatrías. 12 Por tanto, no den sus hijas como esposas para los hijos de ellos; ni tomen las hijas de ellos para sus hijos; no cooperen a la prosperidad y bienestar de ellos. Háganse fuertes, coman los mejores frutos de la tierra y déjensela en herencia a sus hijos para siempre.
13 Después de todo lo que nos ha sobrevenido por nuestras malas acciones y nuestro pecado, tú, Dios nuestro, has perdonado nuestra maldad, ya que dejaste sobrevivir a todos los que aquí estamos. 14 ¿Cómo podríamos volver a despreciar tus mandamientos y a emparentar con estos pueblos abominables? ¿No te enojarías tú contra nosotros hasta destruirnos sin que quedara resto ni sobreviviente?
15 Yavé, Dios de Israel, tú eres justo; mira que somos un resto de sobrevivientes. Estamos aquí en tu presencia llevando nuestros pecados, pero no podemos permanecer así en tu presencia.

viernes, 23 de septiembre de 2011

10

Expulsión de las mujeres extranjeras

10 1 Mientras que Esdras, postrado ante la Casa de Dios, lloraba, rezaba y hacía esta confesion, una inmensa muchedumbre de hombres, mujeres y niños de Israel, se juntaron cerca de él: y este pueblo lloraba copiosamente.
2 Entonces Secanías, hijo de Jejiel, de los hijos de Elam, dijo a Esdras: 3 Nos hemos portado mal con nuestro Dios, al casarnos con mujeres extranjeras de entre los pueblos de este país, pero Israel no queda por esto sin esperanza. 4 Decide, pues, ya que es cosa tuya. Nosotros estamos contigo. ten valor y ordena."
5 Entonces Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes, de los levitas y de todo Israel que harían lo que se acababa de decir, y ellos lo juraron. 6 Después, se retiró Esdras de la Casa de Dios y fue a la pieza de Jojanán, hijo de Eliasib, pero no comió allí pan ni bebió agua, porque estaba muy afligido por el pecado de los que habían regresado del destierro. 7 Se publicó por Judá y Jerusalén que todos los que habían vuelto del destierro debían reunirse en Jerusalén, 8 y si alguno no se presentaba dentro de tres días conforme al acuerdo de los jefes y de los dirigentes locales,le serían confiscados todos sus bienes y él excluido de la asamblea de los que habían regresado del destierro.
9 Todos los hombres de Judá y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de los tres días. Era el ddía veinte del noveno mes, y todo el pueblo estaba en la plaza de la Casa de Dios, temblando con motivo de aquel asunto y también porque llovía.
10 Entonces el sacerdote Esdras se levantó y dijo: "Al casarse con mujeres extranjeras han sido rebeldes, aumentando así el delito de Israel. 11 Ahora reconozcan su pecado ante Yavé, Dios de sus padres y, para cumplir su voluntad, ssepárense d ela gente de esta tierra y de las mujeres extranjeras." 12 Toda la asamblea respondió en alta voz: 13 "Sí, haremos como tú dices: sólo que el pueblo es numeroso y estamos en la estación lluviosa; no podemos soportar la intemperie, además no se trata de una cosa de un día o dos, porque somos muchos los que cometimos este pecado. 14 Nuestros jefes podrían representar a toda la asamblea: los que en nuestras ciudades se hayan casado con mujeres extranjeras vendrían cada cierto tiempo, acompañados de los dirigentes locales y de los jueces de cada ciudad, hasta que hayamos apartado de nosotros el enojo de nuestro Dios por causa de este asunto."
15 Jonatán, hijo de Azel, y Jajzia, hijo de Tecua, apoyados por los levitas Mesulam y Subtay, fueron los únicos que se opusieron a este parecer, 16 pero los que habían regresado del destierro cumplieron lo decidido. De acuerdo con el sacerdote Esdras, escogieron un jefe de familia para cada grupo de familia, que fueron designados en forma personal, y éstos, se sentaron para resolver el asunto el día primero del décimo mes.
17 El primer día del primer mes, terminaron de atender todos los casos de judíos que se habían casado con mujeres extranjeras.
18 De entre los sacerdotes que se habían casado con mujeres extranjeras estaban los siguientes: entre los hijos de Josué, hijo de Josadac, y entre sus hermanos: Maseías, Eliezer, Yarib y Guedalías; 19 éstos se comprometieron bajo juramento a despedir a sus mujeres y ofrecieron por su pecado un carnero en sacrificio de reparación.

20 Entre los hijos de Immer; Janani y Zebadías.
21 Entre los de Jarim: Maaseías, elías, Semaías, Jejiel yUzzias.
22 Entre los de Pasjur: Elionary, Maaseís, Isamel, Natanael, Jozabad y Elasa.
23 Entre los levitas: Joazabad, Simel, Quelaías (es decir, Quelitá), Petajías, Judá y Eliezer.
24 Entre los cantores: Elyasib y Zakkur.Entre los porteros: Sal-lum, telem y Urí.
25 Entre los israelitas: de los hijos de Paros: Ramías , Jizías, Malquías, Miamin, Eleazar, Maljías y Lenaías; 26 de los de Elam: Mattanías, Zacarías, Jejiel, Abdí, Jeremot y Elías; 27 de los de Zattú: Elyonay, Elyasib, Mattanías, Yeremot, Zabad y Azizá; 28 de los deBebay: Jojanás, Jananías, Zabbay, Atlay; 29 de los de Bigvay: Mesul-lam, Mal-luk, Jedaías, Jasub, Jisal, jeremot; 30 de los de Pajta-Moab: Adná, Kelal, Benaías, Maaseías, Mattanías, Besalel, Binnuy y Manasés; 31 de los de Jarim: Eliezer, Jissirías, Malquías, Semaías, Simeón, 32 Benjamín, Maluc, Semerías; 33 de los de Jasum: Mattenay, Mattatá, Zabad, Elifélet, Jeremay, Manasés, Simí; 34 de los de Baní: Maaday, Amram, Joel, 35 Benaías, Bedías, kelaías, 36 Vanías, Meremot, Elyasib, 37 Mattanías, Mattenay y Yaasay; 38 de los de Ninnuy: Simí, 39 Selemías, Natán y Adaías; 40 de los de Zakkay: Sasay, Saray, 41 Azareel, Cedlemías, Semarías, 42 Sal-lum, Amarías, José; 43 de los de Nebo: Jeiel, Matitías, Zabad, Zebinás, Yadday, Joel, Benaías.
44 Todos éstos se habían casado con mujeres extranjeras y muchos de ellos tenían hijos de ellas.